Nuestro Desafío Común es una campaña de The Climate Reality Project América Latina que tiene como objetivo promover una mayor ambición en las NDCs.
Las NDCs o las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (por sus siglas en inglés), son planes de acción climática en los que los países indican:
- Cómo reducirán sus emisiones de gases de efecto invernadero.
- Y cómo se adaptarán al cambio climático.
Para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, es necesario reducir las emisiones totales en un 43% para 2030. Este proceso requiere mejoras en la tecnología y cambios en políticas climáticas.
Las NDCs son el núcleo del Acuerdo de París y constituyen los esfuerzos y objetivos nacionales para:
- Reducir las emisiones
- Adaptarnos al cambio climático
- Asegurar políticas climáticas justas y ordenadas que protejan a los ciudadanos y puntualicen las responsabilidades que cada país debe asumir.
La campaña busca capacitar y sensibilizar a líderes y ciudadanos; así como incentivarlos a participar en los procesos de actualización de las NDCs.
NUESTRO DESAFÍO COMÚN Y SU RELACIÓN CON LA ACCIÓN PARA EL EMPODERAMIENTO CLIMÁTICO
La Acción para el Empoderamiento Climático (ACE por sus siglas en inglés) es un concepto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC) que abarca esfuerzos en educación, formación, sensibilización, acceso a información y participación ciudadana, con el fin de mejorar la efectividad de las políticas y planes climáticos derivados de los compromisos internacionales. En este sentido Nuestro Desafío Común, adopta estos pilares para empoderar a la ciudadanía con el fin empujar por compromisos climáticos más ambiciosos.
El cambio climático es un problema global que afecta a todas las naciones y comunidades. Nuestro Desafío Común, implica un sentido de colectividad y unidad, enfatizando que todos, independientemente de las fronteras nacionales, deben colaborar para enfrentar este desafío.
NUESTRO DESAFÍO CÓMUN POR EL EMPODERAMIENTO Y LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Por: Rodolfo Godínez
Participar en los procesos de adopción de decisiones relativas al medio ambiente es un derecho reconocido a nivel nacional e internacional.
Es el caso de la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, adoptada en 1992, en cuyo principio 10 se detalla que el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todas las personas. De igual modo, el Acuerdo de Escazú de 2021 garantiza la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales.
En el marco de la actualización de las NDCs, que actualmente realizan nuestros países como parte de su compromiso en el Acuerdo de París; este derecho cobra especial importancia.
¿Quién decide cuántos gases efecto invernadero debe reducir mi país? ¿Quién determina las metas de adaptación o financiamiento? ¿Cómo se definen los sectores industriales y las alternativas tecnológicas dentro de la NDC? ¿Quién habla a mi nombre y pone voz a mis preocupaciones?
Si es nuestro deseo incidir en la política pública ambiental es indispensable presentar propuestas y aportaciones concretas los procesos de consulta de las NDC.
Por supuesto, no es obligatorio ejercer nuestro derecho a participar. Aunque si no lo ejerzo, alguien más lo hará por mí. En otras palabras, derecho que no se ejerce se pierde.
En el contexto de la crisis climática actual es claro que los países deben plantear metas más ambiciosas. ¿Cuánto? Lo máximo que sea posible, empezando con reconocer que todos deben contribuir para reducir sus emisiones de gases efecto invernadero.
Los países de América Latina y el Caribe han sido enfáticos en vincular el incremento de estas metas al financiamiento internacional disponible. Sin embargo la falta de financiamiento no debe utilizarse como excusa. Se deben buscar opciones de mitigación innovadoras, costo-efectivas, que involucren a diversos sectores sociales.
Estas opciones deben ser resultado de una construcción colectiva. La participación ciudadana debe ser vista por la autoridad como una fuente de ideas creativas que enriquecen la NDC y apoyen en su implementación.
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- La NDC desde la Sociedad Civil es una propuesta de ICM para aumentar la ambición de los compromisos climáticos mediante un enfoque de justicia climática.
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