Eduardo Sebastián de la Cruz González, de 19 años, es originario de Santo Domingo, República Dominicana, y actualmente reside en España. El finalista de Operación COP, estudia Relaciones Internacionales, Geopolítica y Diplomacia en la Universidad de Navarra.
Para Eduardo Sebastián de la Cruz González, la diversidad cultural de espacios como Operación COP es crucial en el análisis de los retos y realidades regionales que enfrentan las delegaciones.
“Como jóvenes provenientes de contextos insulares y en desarrollo, contribuimos a visibilizar problemas críticos para nuestras sociedades y entornos. La mejora de los fondos de adaptación para eventos climáticos extremos, la degradación de ecosistemas marinos y el acceso limitado a financiamiento climático son realidades compartidas que debemos abordar como negociadores climáticos”, expresa.
Eduardo Sebastián de la Cruz González también valora cómo Operación COP facilita la creación de lazos entre juventudes de distintas regiones, promoviendo el intercambio de perspectivas y necesidades en representación de sus países.
¿CÓMO Y CUÁNDO TE INTERESASTE POR LOS TEMAS AMBIENTALES Y CLIMÁTICOS?
Desde temprana edad, desarrollé un profundo interés por el activismo juvenil en política climática. Comencé a los 15 años, liderando diversas organizaciones sociales en República Dominicana. Mis primeras actividades incluyeron colaborar en propuestas para la protección de los océanos y la limpieza de costas, y más adelante, coordinar un programa nacional de formación ecológica salesiano que ha impactado a más de 1,000 jóvenes en 33 escuelas del país. Estas experiencias me motivaron a estudiar diplomacia climática y a enfocarme en políticas ambientales para generar un cambio.
¿QUÉ MENSAJE TENDRÍAS PARA LOS LÍDERES POLÍTICOS Y EMPRESARIALES DE HOY?
Creo que la participación de los jóvenes en la toma de decisiones climáticas es esencial para el diseño de políticas nacionales y regionales. Sin embargo, esta participación debe también priorizarse en la implementación de esas políticas. A través del trabajo colectivo, podemos construir comunidades más sostenibles y resilientes que enfrenten los desafíos climáticos.
¿CÓMO VES TU PAPEL EN LA COP 29 Y DE QUÉ FORMA VAS A CONTRIBUIR EN LOS OBJETIVOS CLIMÁTICOS DE TU PAÍS?
Siento que tengo la capacidad y la motivación para amplificar las voces jóvenes en este importante foro global de política climática. Desde el eje de negociación de ‘Capacity Building’, planeo resaltar las necesidades de la República Dominicana y otros países insulares en desarrollo, fomentando la cooperación y el fortalecimiento de capacidades nacionales para implementar las NDCs (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional). Además, quiero impulsar el intercambio constante de información y buenas prácticas entre los Estados.
“Desde estos espacios, podemos contribuir al fortalecimiento de las capacidades y representación juvenil en el liderazgo climático de nuestra región”.
¿DE QUÉ MANERA CREES QUE LA PARTICIPACIÓN DE VOCES JUVENILES DE AMÉRICA LATINA PUEDE INFLUIR EN LAS NEGOCIACIONES CLIMÁTICAS GLOBALES Y QUÉ MENSAJE DESEAS LLEVAR A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL?
América Latina enfrenta retos compartidos en cuanto a mitigación y adaptación climática, y creo que estos desafíos exigen una respuesta coordinada que incluya las voces juveniles en el diseño y ejecución de políticas. En la COP, el papel de las juventudes latinoamericanas será clave para aumentar la colaboración de los países desarrollados en los planes nacionales de política climática y para asegurar que las iniciativas juveniles tengan acceso a mecanismos de financiamiento internacional.
¿CÓMO IMAGINAS EL FUTURO?
Imagino un futuro donde todos los países, independientemente de su nivel de desarrollo, colaboren para enfrentar los desafíos climáticos de manera justa e inclusiva. Veo un mundo en el que las naciones en desarrollo no solo reciban apoyo, sino que también lideren la implementación de soluciones sostenibles y equitativas. Quiero contribuir a un futuro en el que las poblaciones sean resilientes y estén preparadas para adaptarse a los desafíos climáticos de la próxima generación, trabajando juntas por un mundo más justo y habitable.
FUERA DE TU ACTIVISMO EN POLÍTICA CLIMÁTICA, ¿CUÁLES SON ALGUNAS DE TUS PASIONES?
Además de mi pasión por la política climática, disfruto los intercambios culturales y moderar sesiones de conversación con estudiantes de intercambio en la universidad. También soy un apasionado de las simulaciones de Modelos de Naciones Unidas y el Debate Parlamentario. En lo personal, me encanta bailar y cantar salsa y merengue, y los fines de semana disfruto jugar voleibol, combinando estos pasatiempos con mi compromiso hacia el cambio climático.
Estoy comprometido con un futuro sostenible, liderando con pasión y un profundo sentido de responsabilidad por la justicia climática en mi país y el mundo.